Un buen abogado Málaga no es aquel que obtuvo el mejor rendimiento académico durante la universidad, el primero que encontró trabajo en un despacho reconocido, ni el que atiende más casos durante un año. Un buen abogado es aquel que invierte todo su esfuerzo en solucionar de manera eficaz los problemas del cliente, el que siente empatía por esa persona en busca de ayuda profesional y la escucha con atención para después ofrecer una adecuada asesoría.
Afortunadamente en Málaga y en otras provincias españolas no faltan los abogados comprometidos con su profesión, que dedican su vida a hacer valer la justicia. No importa si su cliente es la víctima o el victimario; cuando se trabaja bajo los términos de la ética y la moralidad siempre habrá manera de garantizar los derechos y deberes de cada ciudadano.
Los mejores abogados son aquellos que tienden puentes hacia las negociaciones y conciliaciones; los que se inclinan por implementar soluciones que se alejen de los casos traumáticos, pero que en última instancia, tienen el coraje de determinar cuándo es necesario ir hasta las últimas consecuencias.
Si usted está buscando un abogado, debe ser muy cuidadoso y seguir su intuición. No ponga sus problemas legales en manos de alguien que no genera confianza o cuyos métodos legales son cuestionables. Un profesional del derecho sin principios no lo pondrá a usted como prioridad, y mucho menos se comprometerá a ayudarlo a superar los conflictos que enfrenta.
Cuando se acerque a un despacho, busque afectividad, rapidez y precisión en los abogados, pero no se olvide de buscar comprensión, empatía y solidaridad.
Si un profesional suma estos elementos, le garantizamos que se convertirá en más que un asesor legal, ya que es seguro que la relación abogado–cliente se convierta en algo más cercano que le dará la garantía de que está en buenas manos.